Capítulo nueve.
-Sorpresa inesperada-
Nos encontrábamos cada poniéndonos bloqueador solar. El sol estaba muy fuerte. Me había decidido ponerme mi traje de baño preferido, que consistía en un top retorcido color verde agua con pequeños detalles de flores blanco y negro. La parte de abajo era un culotte negro con los bordes verdes.
Todos tomamos nuestras toallas y nos estábamos dirigiendo hacia la entrada, hasta que el timbre de la cabaña sonó. A mi me tomó todo esto como una sorpresa, ya que no esperábamos a nadie más. Salvo que hallan invitado a alguien y no me avisaron. Aunque no me tuvieran que avisar, por lo menos me lo hubieran avisado.
Los chicos entusiasmados corrieron hacia la puerta y la abrieron. Todos estaba contentos y gritando de ¿felicidad? . No lo sabía. No sabía quien era esa persona, porque todos me tapaban la vista. Decidida fui hasta ellos y los corrí para ver quien era.
La verdad no lo podía creer quien era. Todo esto es un sueño seguro. Sin saber que hacer me pellizque el brazo. Auch! Eso dolió, pero aún no despertada. Definitivamente este no era un sueño. Era la realidad.
Solo lo miré a los ojos con tanta angustia y sorpresa. Él me dedico una mirada acompañada con una dulce y cálida sonrisa. Esa era unas de las sonrisas que me llenaba de felicidad y paz adentro mío.
Tuvimos un momento de transe. Solo éramos él y yo. Nuestras miradas eran las que nos delataba uno al otro.
Su mirada suave llena de dulzura y tristeza, me rompía el alma en mil pedazos. Era lo que él me expresaba.
En cambio la mia era solo de confusión, tristeza y rencor. Me hacia mal verlo.
Después de tanto tiempo, el que reaparezca de la nada, era mucho para mi.
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