martes, 24 de junio de 2014

I´ll Never Let You Go [7]

Capítulo Siete.


-Días de noticias-



Un leve cosquilleo comencé a sentir en mi mejilla derecha. Sin saber que era me levante cuidadosamente, para ver de donde provenía.
Una bola de pelos blanca con una mancha color café en una de sus mejillas y al finalizar en la punta de su cola también era color café. Quede sorprendida al ver un cachorro de aproximadamente unos 45 días de vida, sobre mi cama.
Sin decir nada lo tomé en mis manos con sumamente cuidado y salí con él hasta la planta baja de la casa. Fui hasta el living y no había nadie. Entonces me dirigí hacia el comedor y no había nadie. Cansada me paré en el punto del medio de la casa y pegué un grito.

-¿HAY ALGUIEN EN LA MALDITA CASA? –pregunté gritando.

Como no recibí respuesta alguna, me di por vencida. Estaba sola sola. Escuché un ruido que provenía de la cocina, me dirigí hacia ella para encontrarme con el teléfono de la casa sonando. Sin pensarlo lo tomé y conteste.

-Hola – Dije
- Hola ____ dios estas desaparecida- Exclamó una de mis amigas.
-Cass, dios nunca me llamaste. Pensé que estabas de fuera del país – Dije sorprendida.
-Bueno si, pero volví y te llamaba para avisarte que mis padres me dejaron invitar a nuestro grupo de amigos a las cabañas. –Exclamó con cierto entusiasmo.

-Emm ...bueno cass le pregunto a mis padres si me dejan y te aviso. Acuérdate que solo tengo dieciséis años. –Dije
-Bueno ______ cuando le preguntes envíame un mensaje de texto. Un beso –Dijo para luego finalizar la pequeña llamada.

Dejé el teléfono sobre la mesa y me fui a sentar al gran sillón de la sala a pensar.

Sería bueno hacer un viaje, si no mis vacaciones serán aburridas. Aparte serviría para despejarme de todas las noticias sobre Justin y sus fans. No me vendrían mal, mejor llamo a mi madre y le aviso. Esta decidido ______Beadles se va de viaje.



Había pasado varios días de la propuesta de Cass. Hoy me encontraba empacando todo para pasar una semana junto con mis amigos. Cerré la valija, me coloqué los lentes y bajé a la planta baja de mi casa a esperar a mis amigos.
No pasaron ni 10 minutos y el timbre comenzó a sonar. Eran ellos.
Me despedí de toda mi familia y me dirigí hacia el auto de Cass. Salude a todos con un beso y abrazo ,y guarde mi maleta en el baúl del auto con la ayuda de Chaz.

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