martes, 24 de junio de 2014

I´ll Never Let You Go [31]

Capítulo treinta y uno. 

-Almuerzo.-

Todo lo que había pasado el día anterior me había dejado pensando. Traté de concentrarme en mi trabajo y dejar que todo pensamiento que tenga que ver con lo ocurrido anteriormente no me atormentara. Ni en el trabajo me podía despejar. Mi mente necesitaba un respiro de cualquier tipo de pensamiento. Definitivamente necesitaba unas vacaciones.
No quería irme lejos, ya que mi situación económica no estaba para tomarme varias vacaciones en un solo año. Así que decidí hablar con mi padre. A lo mejor me haría un lugar en su casa en Atlanta.
Necesitaba despejarme.
No soy el tipo de chicas que cuando tienen cualquier de problema, sea pequeño o grande, se toman vacaciones para tratar de esquivarlos.
Hoy apenas saliera del trabajo hablaría con mi padre.
Pasé toda la mañana concentrada en mi trabajo. La cantidad de papeleo que tenía en la oficina me había ayudado y mucho.
Solo me faltaba una hora para encontrarme con Pay en nuestro bar preferido. Íbamos almorzar juntas, para luego ir hacia mi casa y charlar toda la tarde sobre nuestras vidas aburridas.
Faltaban quince minutos para terminar mi horario laboral, pero estaba cansada, por lo que decidí salir un rato antes. No creo que mamá se enoje, igual no se va a enterar. Eso espero.
Tomé mi tapado junto con mi móvil y las llaves de mi camioneta, para salir y encontrarme con mi mejor amiga.

Al llegar al local traté de divisar a Pay, pero no la encontré. Entonces me di cuenta que había llegado un rato antes. Eso significa que yo elijo la mesa.
Tomé Asiento en una mesa para dos personas junto a la ventana, donde se podía ver todo el hermoso paisaje cubierto por una fina capa de nieve. Era tan bonito.
Apenas me senté la camarera se acercó hacia mi mesa para pedir la orden, pero le dije que estaba esperando a una amiga. Por lo que la muchacha se retiró inmediatamente, para volver más tarde.

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