I´ll Never Let You Go [2]

Capítulo Dos.

-La despedida -

A veces hay que pensar muy bien en lo que uno va hacer. 
Morir, era lo único que pensaba con tan solo 14 años. El amor puede ser lindo a veces, pero cuando te toca sufrir es la cosa más fea del mundo.
Todo sucedió cuando lo vi por última vez. Supe que alguna vez este día llegaría tarde o temprano.
22 de Diciembre del 2008
Eran las seis y media de la madrugada. Me encontraba en unos de los momentos más tristes de mi vida, no solo era triste para mí, sino que para toda la familia o gente cercana a Justin.
Esta iba a ser mi último beso, la última caricia y el ultimo abrazo nuestro. Toda la alegría se ido, solo para darle la bienvenida a la melancolía.
Reinaba el silencio entre nosotros. Los dos estábamos apartados de todos, tomados de las manos.
Ninguno de nosotros se animaba a decir algo, hasta que Justin decidió romper el silencio.
-Se que todo esto es difícil para nosotros, pero creo que no hay opción.- Dijo en un susurro, le estaba por contestar , pero él interrumpió.
-________ creo que las relaciones a distancias no duran. Quizás cuando me valla conozcan a alguien y te enamores o tal vez me pase a mí – Dijo tristemente para finalizar.
Esto no era posible. Justin estaba terminando conmigo, el amor de mi vida terminó conmigo. No sabía si llorar o huir e irme lejos de todo este infierno, era una pesadilla.
-¿Estas terminando conmigo, solo porque no te animas a que sigamos juntos?, mi vida –Dije en un hilo de voz.
-Lamentablemente si, yo no quiero sufrir. No quiero vivir este infierno el no poder besarte, acariciarte o abrazarte. Sería mucho para mí – Dijo con la voz entrecortada.
-Justin callémonos un rato. Disfrutemos el poco tiempo que nos queda juntos. En unos minutos estarás arriba de un avión en busca de tu sueño. Amor vas a cumplir tu sueño de ser un cantante. Lo nuestro es aparte, yo se que en algún momento de nuestras vidas nos volveremos a encontrar aunque no seamos lo mismo vamos a disfrutar el tiempo que nos damos el uno al otro – Dije al borde del llanto.
Justo en el momento que yo me quebraba, el capturó mis labios. El beso expresaba amor y tristeza.
Estuvimos besándonos un largo rato. Todos los besos eran diferentes a los que nos dábamos antes, eran nuestros últimos besos.
Estábamos abrazados, todo era muy tranquilo. Hasta que escuchamos la voz de Pattie.
-Justin ya es hora de partir- Dijo dulcemente.
Justin solo meneó la cabeza, dándole a entender que ya iba a ir.
El momento había llegado, mi Justin se iba a Atlanta. Todo esto era tan duro para mi tanto como para él.
Nos levantamos de nuestras butacas y nos dirigimos a donde se tomaba el avión. Pattie entregó los dos pasajes. Se despidió de todos los que estábamos ahí presentes.
Justin solo me plantó un dulce beso y me susurro una frase que nunca me iba a olvidar
-Nunca te dejaré ir, volveré.-Dijo derramando un par de lágrimas.
-¿Lo prometes?-Pregunté suavemente
-Lo prometo-Respondió mientras se alejaba.
En ese momento no pude más. Todo era muy fuerte para una simple adolescente de 14 años. Me retiré tristemente del Aeropuerto para ir directo hacia mi casa. Al llegar, lo primero que hice fue dirigirme hacia mi habitación y tumbarme sobre mi cama a llorar.