martes, 15 de julio de 2014

I´ll Never Let You Go [38]


Capítulo 38

-Cita-


Apenas mi avión arribó bajamos lo más rápido posible, pero la pereza se hacía notar. Fuimos a retirar nuestro equipaje para luego poder salir e ir hacia nuestra casa y descansar, pero algo llamó mi atención. Mientras bajábamos las escaleras mecánicas donde nos llevaba a la planta baja del lugar vi a una cabellera castaña, se me hacía muy familiar, pero no lograba reconocer a la persona hasta que se dio vuelta dejando a la vista su rostro. Cameron había venido a recogerme, muy lindo detalle de su parte, nunca un chico había hecho algo similar por mí. Me sentía la chica más afortunada y feliz del mundo, de pronto todo el estrés y el cansancio desapareció como por arte de magia. Al llegar al final corrí hacia él para luego darme un cálido y acogedor abrazo, sentí sus grandes brazos trabajados arroparme junto a su pecho. Quería a este chico y no lo iba a estropear. No pasó ni un minuto y nosotros nos encontrábamos ya separado mirándonos uno al otro, el silencio se había adueñado de nosotros, pero no era incómodo, todo lo contrario. Mi sonrisa se mantuvo pegada en mi rostro durante todo el día. Había salido a tomar un helado con Cameron, hacía frío lo sé, pero no iba a rechazar su invitación.
La semana se pasó volando, por mi parte, mi relación con Cameron se estaba poniendo más sólida. Ya habíamos tenido nuestra primera cita sin faltar nuestros besos que hubo de momento a otro, estaba realmente feliz. Hoy, iba a salir a otra cita con él, a lo mejor me pedirá ser su novia o vaya a saber qué cosa. Íbamos a ir al cine, tenía muchas ganas de ver una película, pero no sabía cuál de toda la cartelera. Chris había estado saliendo con una muchacha rubia, lo cual no recuerdo su nombre en este momento, mi madre seguía con el mismo novio de antes y papá estaba cada vez más solo que un hongo. El pobre no estaba listo para encontrar una pareja, lo cual me pareció raro porque él había sido el que rompió el matrimonio de años que llevaba con mi madre. Menudo canalla. Al parecer a todos les había picado el bichito del amor, todos excepto: mi padre y Justin. El pobre siempre anda de put*as, sin ofender, sé que es un hombre y tiene sus necesidades, pero tendría que pensar un poco más, ya que, no es un adolescente normal, es una figura pública muy reconocida en todo el mundo. Hace un tiempo me había enterado que estaban recolectando firmas en Estados Unidos para deportarlo del país, pues están todos locos hoy en día. Es un adolescente, que lo dejen de molestar, suficientes problemas tiene como para tener diecinueve años. Dos golpes que provenían de mi puerta me sacaron de mis pensamientos, alguien quería entrar. Me levanté de la cama, con cierta torpeza, y me dirigí hacia ella para luego abrirla y encontrarme con mi madre muy feliz.
-¿Que pasa mamá? – Pregunté tranquilamente, mientras me volvía acostar en mi gran cama tamaño King. No la podía ver, pero si sentir, pude percibir que había cerrado la puerta tras su espalda y se dirigía hacia mi cama.
-Quería decirte que esta noche vamos a tener una cena super importante y me gustaría que te pusieras linda y arreglada cariño. –Dijo pacíficamente con su voz tan dulce que tenía. Oh no, hoy tengo una cita con Cameron, ni lo sueñes. Pensé.
-Esta noche no puedo mamá, perdóname, pero tengo una cita con Cameron y tú sabes que lo quiero un montón. No podría desperdiciar esta oportunidad tan importante. –Expresé suavemente, no quería que mi madre se pusiera mal ni se sintiera rechazada. Ella solo levanto su vista hasta donde yo estaba, pude ver como sus dos ojos celestes como el cielo iban perdiendo su brillo. Tomó mi mano entre sus suaves manos para luego decirme.
-Por favor corazón, esto es muy importante tanto como a mí como para ti. Les juro que es un asunto de vida o muerte, si quieres puedes traerlo a casa, pero no faltes. Por favor hazlo por mí. –Finalizó mirándome con suplica. ¡Oh joder! Que no me mire de esa forma, de todas formas no traeré a mi casi novio a una cena familiar, no quiero espantarlo con la inmadurez de mi hermano, no sería nada bueno. Tal vez le diré la verdad que no puedo ir, a lo mejor pospondremos nuestra cita, pero lo tengo que hacer ya. Solté un fuerte suspiro y le dije:
-Está bien mamá voy a ir a la cena, pero sin Cameron. No es nada personal, es que bueno tu sabes Chris lo espantará y no quiero eso. –Le dije claramente. Ella solo me regaló una de sus hermosas sonrisas. No es porque sea mi madre, pero que mujer más bella.
-Gracias pastelito.- Dijo alegremente mientras me plasmaba un tremendo beso en mi mejilla izquierda. Luego se retiró muy contenta de mi habitación.
Tomé mi móvil de la mesita al lado de mi cama y marqué el número de Cameron. Después de dos pitidos atendió.
-________ ¿Estas lista para esta noche? – Preguntó alegre. Como me encantaría ir.
-Hola cariño te llamaba solamente para decirte que no podré ir, surgió un tema familiar importante a último momento. Lo lamento en serio.- Dije por una vez. Fui clara y directa ¿Eso les gusta a los chicos verdad? Eso espero. Sentí que había soltado un leve suspiro. Dios mío ojalá no se enoje.
-Oh no te hagas problema bebe, tal vez lo podremos pasar para el día siguiente u otro día. –Expresó con pura sinceridad. Como me encantaba este chico.
-Claro, eso ni lo dudes, sería todo un placer ir con vos otro día, solamente lo pospondremos no lo cancelaremos. –Dije contenta. No se había enojado, eso era muy bueno.

Pasamos un rato largo charlando por teléfono, hasta que chequeé la hora y supe que era momento de colgar para alistarme.
Tomé una ducha para sacarme cualquier rastro de suciedad y luego me cambié. Opté por algo no tan formal, pero no tan informal. Algo sencillo. Me vestí con un vestido rosa pastel era recto, llegaba una palma más arriba de mi rodilla, sobre el vestido tenía un encaje blanco que se adaptaba a este. No era descubierto, para nada. Los combiné con unos zapatos taco alto negros y un tapado del mismo color sencillo. Adorné el vestuario con algunas pulseras de plata en mis muñecas, anillos en mis dedos y una cadena fina sobre mi cuello, por último me coloqué unas hebillas sobre mi lacio cabello castaño y ¡Voila! Estaba lista. Tomé mi celular y bajé hacia planta baja donde esperamos al novio de mi madre nos recogiera y fuéramos al restaurante.
Fuimos a un buen restaurante, se notaba a kilómetros que un solo plato podía alimentar a una familia entera durante una semana. Nos sentamos en una mesa para cuatro y pedimos nuestras órdenes. Antes que trajeran nuestra cena mi madre se adelantó para hablar y decir cuál era el motivo por el cual vinimos esta noche.
-Bueno bebes, tal vez se preguntarán ¿Por qué vinimos aquí a cenar?- Exclamó mi madre, a lo cual mi hermano y yo solo asentimos con nuestra cabeza. Ella prosiguió.
-Esta noche tenemos algo muy lindo, sorprendente e importante para decirles… ¡Estoy embarazada!- Dijo alegremente.
Oh ¡PAREN EL MUNDO, MI MAMÁ EMBARAZADA! No, no, no, esto debe ser un maldito sueño.
Tanto como mi rostro y el de Chris se palidecieron en el instante, estábamos más blancos que la harina y más sorprendidos. Esto iba a ser un calvario. Un bebé más en la familia era sinónimo de vómito, caca, pis, llanto y noches sin dormir.
Ojalá sea solamente una broma de mal gusto. 



****************

Pronto subiré más capítulos.  Espero que les haya gustado la novela. La novela está casi llegando a su fin, no quedan más de diez capítulos. Espero que gocen del poco tiempo que queda, un beso enorme. 


                                                Mili

                               

No hay comentarios.:

Publicar un comentario